Cómo causar una buena impresión el primer día

7 min | Robby Vanuxem | Artículo | Desarrollo profesional Espacio de trabajo General

 

Enhorabuena: has conseguido el trabajo, pero el proceso de contratación aún no ha terminado. Si de verdad quieres causar una buena impresión en tu nuevo puesto, considera el primer día como una prolongación de la entrevista. Muéstrate profesional, agradable y preparado/a, y supera los nervios recordando que te han dado el trabajo porque la empresa confía en ti.

Sea cual sea tu posición, tu primer día de trabajo puede tener una enorme influencia en cómo te perciban los demás empleados a partir de ese momento. Seguro que querrás causar una buena impresión rápidamente (algunos estudios concluyen que sólo dispone de una décima de segundo para causar una buena primera impresión), y una nueva estrategia de éxito laboral le ayudará a conseguirlo.

 

La espera ansiosa

Entre la oferta de trabajo y la incorporación a la empresa suele transcurrir un período de un par de semanas más o menos. Probablemente estés ansioso por empezar y es comprensible que, durante este periodo, te sientas como un pájaro al que le han cortado las alas.

La transición puede resultar más fácil si te pones en contacto con tu futura empresa durante este tiempo; puede que incluso te inviten a la oficina para conocer a tus futuros compañeros. No les agobies, pero pregúntales qué puedes hacer para prepararte para tu nuevo puesto. También es recomendable que te mantengas en contacto con el consultor que ha llevado el proceso, por si hay cambios de fecha u otras alteraciones.

 

Siete pasos hacia el éxito

Aunque tu jefe ya debería tener una idea de lo que puedes ofrecer, basándose en la información obtenida durante la entrevista y con anterioridad, tus primeros días influirán aún más en cómo te percibe.

Es probable que en tu primer día tu jefe haga todo lo posible para crear un ambiente acogedor y de apoyo, pero también hay pasos que puedes dar para asegurarte de que todo va sobre ruedas - Aquí tienes cinco de ellos:

 

1) Llega pronto y adecuadamente vestido

Si llegas pronto, llegas a tiempo. Si llegas a tiempo, llegas tarde. Demuestra tus ganas de empezar a trabajar presentándote entre media hora y quince minutos antes. Esto también te ayudará a afianzarte en el equipo, ya que, al ser la primera persona en llegar, podrás saludar a tus compañeros de uno en uno, en lugar de llegar tarde y tener que presentarte a todos de una sola vez.

Asegurarse de llevar el atuendo correcto también es de vital importancia. Ya deberías haber aclarado con tu jefe cuál es el código de vestimenta, pero si no lo has hecho, mira si puedes averiguarlo en la página web de la empresa o en los perfiles de LinkedIn de tus nuevos compañeros.

 

2) Recuerda los nombres

Saluda a todo el mundo por su nombre y utiliza tu nombre cuando hables con ellos para ayudarles a asimilar esta información. Por muy incómodo que te resulte pasear por la oficina y conocer a todos tus compañeros, recuerda que todo el mundo ha tenido que hacerlo alguna vez. Una táctica que suelo emplear para ayudarme a recordar los nombres de los demás es repetir su nombre cuando se presentan. El diría: "Hola, soy Dave", y yo respondería "Hola Dave, soy Will".

Una vez que hayas conocido a todo el mundo, traza un plano de los asientos y coloca sus nombres en las posiciones respectivas. Anota también a otros empleados con los que vayas a tener contacto habitual, como recepcionistas.

 

3) Haz preguntas

Tu jefe- aunque parte de su trabajo consiste en ayudarte con problemas o dudas- estará más receptivo a tus necesidades durante tus primeros días. Aprovecha esta oportunidad para plantear preguntas generales sobre la empresa que más adelante le parecerían absurdas.

De nuevo, es posible que ya se haya tratado en la entrevista, pero si no es así, ahora es el momento de hacer preguntas como: "¿Cuál es el enfoque actual de mi equipo?", "¿Cuáles son los objetivos actuales de la empresa?" o "¿Cuál es el principal reto al que se enfrenta actualmente la empresa?". Cíñete a cuestiones relacionadas con el negocio; tus compañeros podrán señalarte la máquina de café.

 

4) Escucha

En las primeras fases debes escuchar y aprender mucho más de lo que hablas. Lleva siempre contigo un cuaderno y un bolígrafo, preparado para recibir cualquier información que puedan darte tus compañeros. Toma notas de buena calidad para facilitar las tareas, especialmente aquellas en las que no todo el mundo podrá ayudarle, como la ejecución de programas informáticos específicos.

Habrá mucha información importante que aprender en tu primer día, y a lo largo de tu periodo de incorporación, así que asegúrate de ser todo oídos en todo momento.

 

5) Pensamiento global

Aunque sólo sea tu primer día, ya deberías estar pensando en cómo todo lo que estás aprendiendo ahora se integra en el panorama general, incluidos los distintos compañeros y tus relaciones con ellos. Ten a mano la descripción de tu puesto para anotar mentalmente las responsabilidades esenciales y con quién las vas a coordinar.

 

6) Llama a tu reclutador

Llama a tu consultor y cuéntale cómo te fue el primer día. Háblale de las personas que has conocido, los proyectos que te han asignado y como te has sentido. Es importante que compartas cualquier duda que puedas tener en esta primera fase, ya que es cuando tu consultor está mejor situado para buscar información en tu nombre.

 

7) Dale una oportunidad

Si después del primer día crees que has cometido un error o que no vas a congeniar con sus nuevos compañeros, no te asustes. Suele llevar tiempo adaptarse a una nueva organización y muchas personas tienen incidencias iniciales que superan rápidamente.

Recuerda que todo el mundo tiene un "primer día en la oficina". Los nervios del nuevo trabajo son totalmente naturales, ya que el cambio suele ser incómodo. Durante este periodo preliminar, da lo mejor de ti mismo, siendo positivo y trabajando duro. Si al cabo de seis meses todavía no te sientes bien, sólo entonces podrás organizar una reunión con tu jefe, que te aconsejará sobre la mejor manera de proceder.

 

Una reflexión final

La primera impresión sólo se tiene una vez, y para muchos es la definitiva, así que asegúrate de que la tuya tenga efectos positivos y duraderos siguiendo los cinco consejos anteriores. Al mismo tiempo, no te presiones demasiado; tienes una red de apoyo que cree en ti y quiere que tengas éxito, así que no dudes en acudir a ellos si tienes problemas.

 

 

 Sobre el autor

Robby Vanuxem es el Director General de Hays Bélgica.

Robby Vanuxem cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector, más de 15 en Hays. Comenzó en el año 2000 en el mundo de los RRHH y fue ascendiendo -desde consultor pasando por Director de Negocio hasta Director Regional- hasta alcanzar el puesto de Director General en 2015.

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