Orgullo que une: nuestro compromiso como empresa aliada de la comunidad LGTBIQ+
8 min | Christopher Dottie MBE | Artículo | People & Culture General Espacio de trabajo General

En Hays, llevamos años reafirmando nuestro compromiso con la inclusión y la diversidad, especialmente en lo que respecta a la comunidad LGTBIQ+. A través de iniciativas como nuestra guía de principios para la inclusión laboral del colectivo —que aborda temas fundamentales como el poder del lenguaje, la discriminación silenciosa o la complejidad de salir del armario en el entorno profesional—, y nuestro argumentario sobre la importancia de visibilizar el apoyo empresarial, buscamos generar un impacto real y duradero.
Ambos recursos siguen siendo profundamente relevantes en el contexto actual, y recomendamos su lectura para comprender por qué el compromiso con los derechos del colectivo LGTBIQ+ no puede limitarse a gestos simbólicos o a una única fecha en el calendario. La lucha por la igualdad es constante, y las empresas tienen un papel clave en ella. Este año, además, se conmemoran 20 años desde que España se convirtió en el tercer país del mundo en legalizar el matrimonio igualitario. Un hito que será celebrado en manifestaciones por todo el país, pero que también nos invita a reflexionar: ¿de qué sirve salir a la calle una vez al año si no actuamos como personas aliadas en nuestro día a día?
Inspirándonos por esta reflexión y por el creciente interés en el concepto de “allyship” —entendido como el compromiso activo de apoyar a personas que pertenecen a grupos históricamente discriminados—, queremos ir más allá de la teoría.
Convertirse en una persona aliada de la comunidad LGTBIQ+ no es solo una cuestión de buenas intenciones, sino de compromiso activo y acciones concretas. A continuación, te presentamos cinco pasos esenciales para ejercer un rol de persona aliada de forma auténtica y transformadora en el entorno laboral.
Cinco pasos para ser la persona aliada que tu empresa necesita
1. Invertir tiempo en entender los retos a los que se enfrenta la comunidad LGTBIQ+
Ser una persona aliada empieza por entender y educarse. No se trata solo de tener buenas intenciones, sino de comprender las realidades que vive la comunidad LGTBIQ+: desde la discriminación que la mayoría de las veces es silenciosa hasta la complejidad que puede ser para alguien salir del armario en el entorno laboral.
Informarse sobre la historia del colectivo LGTBIQ+, sus luchas, y las distintas identidades que lo componen es clave. Cada letra representa realidades diferentes que merecen ser visibilizadas. Escuchar, leer y formarse es el primer paso para actuar con empatía y responsabilidad. Erróneamente, muchos ven esta lucha como algo nuevo, casi como un símbolo de modernidad. Sin embargo, la lucha por los derechos del colectivo LGTBIQ+ tiene décadas de historia.
2. Crear espacios seguros, como los grupos de apoyo corporativos
Una persona aliada aparte de informarse debe actuar para cuidar su entorno. Crear espacios seguros dentro de la empresa —como redes de empleados LGTBIQ+, comités de diversidad o grupos de afinidad— permite que todas las personas puedan expresarse sin miedo y sentirse valoradas por quienes son. Incluso es un acto simbólico que valoran otras personas empleadas que quizás prefieren no participar en el grupo, pero que reciben con positividad la reafirmación del compromiso de su empresa.
En Hays, contamos con el Hays Pride Network, una iniciativa global que promueve la inclusión desde dentro. Estos espacios no solo ofrecen apoyo, sino que también impulsan cambios estructurales y fomentan una cultura de respeto y pertenencia.
3. Usar tu voz, evitar prejuicios y defender activamente la igualdad
El silencio puede ser cómplice de la discriminación. Por eso, una persona aliada debe estar dispuesta a usar su voz para visibilizar el apoyo, cuestionar comentarios inapropiados y promover una cultura de respeto. Esto incluye desde gestos proactivos, como corregir chistes ofensivos o marcar límites sobre comentarios inapropiados, hasta apoyar públicamente iniciativas de inclusión a través de redes sociales o en reuniones o espacios de trabajo.
Como siempre explicamos, el lenguaje importa. Usar términos inclusivos, respetar los pronombres y evitar suposiciones sobre la identidad o la orientación de las personas son gestos que marcan la diferencia. La visibilidad no es solo simbólica: es una herramienta poderosa para el cambio.
4. Dar soporte a leyes y políticas que protegen los derechos de la comunidad LGTBIQ+
El compromiso real va más allá de lo simbólico. Una persona que se considere aliada también debe apoyan activamente leyes, normativas y políticas que promueven la igualdad de derechos. Esto incluye respaldar medidas internas como protocolos de inclusión, formación en diversidad o beneficios igualitarios, así como políticas públicas que garanticen la no discriminación.
En un contexto donde aún se registran miles de agresiones al colectivo cada año, como señala el Informe Estado LGTBI+ 2024, es fundamental posicionarse con claridad. Ya no basta con ser neutrales: es momento de actuar.
5. Las personas aliadas tratan a su entorno con amabilidad, respeto y empatía
La inclusión comienza en lo cotidiano. Ser amable, escuchar sin juzgar, respetar la confidencialidad y mostrar empatía ante las experiencias ajenas son gestos que, aunque parezcan pequeños, tienen un gran impacto. No se trata de forzar conversaciones, sino de crear un ambiente donde cada persona pueda ser auténtica.
La amabilidad no es superficial: es la base sobre la que se construyen relaciones laborales sólidas y respetuosas. Y cuando las personas se sienten seguras y valoradas, pueden desarrollar todo su potencial.
Ser un buen aliado o aliada implica actuar
Como hemos visto, ser una persona aliada auténtica va mucho más allá de estar al lado de una comunidad: implica escuchar activamente, alzar la voz frente a la injusticia y tomar medidas concretas para construir espacios más seguros, inclusivos y equitativos. No basta con identificarse como aliado; es necesario demostrarlo con acciones diarias, con coherencia y con valentía.
En el entorno laboral, esto significa educarse, crear espacios de apoyo, defender políticas inclusivas y tratar a cada persona con respeto y empatía. Significa también reconocer que la lucha por los derechos del colectivo LGTBIQ+ no es una moda ni una tendencia, sino una causa profundamente arraigada en la historia y en la dignidad humana.
Cada gesto cuenta. Cada paso, por pequeño que parezca, suma. Y cada persona aliada tiene el poder de marcar la diferencia. Porque ser aliado no es un rol pasivo: es un compromiso activo con la justicia, la igualdad y el respeto.
Sobre el autor
Christopher Dottie MBE - Director General Regional de Hays en el Sur de Europa
Nativo de Liverpool, Chris se incorporó en Hays en 1996, primero en el Reino Unido y Portugal antes de llegar a España en 2002. Como Director General de la delegación española del grupo, lideró el crecimiento de la compañía desde sus inicios hasta reunir un equipo de más de 300 personas en seis oficinas situadas en Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Sevilla y Zaragoza. En 2022, fue nombrado Director General Regional en el Sur de Europa, subregión que atiende a clientes y transforma miles de vidas en Portugal, Italia y España.