5 Claves del lenguaje corporal en una entrevista

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Alt - Mujer y hombre en una entrevista de trabajo

 

A la hora de realizar una entrevista laboral, son varios los factores a tener en cuenta aparte de nuestro currículum. La verdadera clave para realizar una entrevista exitosa y dejar una gran imagen tras tu paso requiere dominar tu comunicación, tanto verbal como corporal.

Las personas nos comunicamos no sólo por medio de lo que decimos, sino también a través de nuestros gestos, nuestra forma de hablar y nuestra forma de vestir. Hace poco cubrimos las claves del buen comunicador, donde explicamos las diferentes facetas de la comunicación ya que generamos un discurso tanto por la palabra como con el cuerpo, pero a veces solemos pasar esto por alto. Puedes tener un currículum increíble, lleno de éxitos e incluso puedes haber preparado un discurso muy interesante. Pero piensa por un momento, ¿no crees que cuenta cómo lo dices y no sólo lo que dices?

 

1. No existen segundas oportunidades para primeras impresiones

Lo primero y más visible en ti es aquello que comunicas con tu imagen, y esa será la primera impresión que tendrá tu entrevistador antes de que comiences a hablar. Debes buscar la mejor primera impresión posible, así se quedarán con una imagen muy buena de ti. Considera que tu entrevista comienza el momento en que pones un pie en la oficina.

Si quieres sorprender a primera vista, debes preparar cuidadosamente qué ponerte. Primero busca cuál es el estilo de la empresa, si es formal o informal y así podrás planificar el estilo más adecuado. Recuerda que cada sector tiene un código de etiqueta que deberías respetar. No puedes ir a una entrevista en el sector de la Banca en chanclas.

 

2. Sé paciente y reflejarás confianza

Al entrar al sitio de la entrevista probablemente debas esperar a que llegue tu entrevistador, por lo que tus gestos deberán ser los adecuados: entra con una sonrisa y paso calmado pero con mucha confianza, debes transmitir seguridad. Preséntate en recepción con una sonrisa, y al esperar sé paciente. Siéntate derecho, sin arquearte y con una postura neutral. Piensa siempre que la clave está en la naturalidad, no puedes verte incómodo ni en una postura forzada o se reflejará también en tu actitud.

 

3. Impresiona con una sonrisa

Si realizas una presentación personal con seguridad tu entrevistador te verá de forma más profesional. Debes mirar de frente, dar la mano con firmeza y saludar correctamente. Tu forma de hablar debe ser natural y educada, sin tutear (a menos que te sea indicado lo contrario) y no debes interrumpir.

Por lo tanto, no sólo debes prepararte una pequeña presentación personal (en las entrevistas por lo general te pedirán que les hables de ti), sino también cuidar las formas en que te presentas. Así reflejarás positivad y entusiasmo.

 

4. Cuidado con tu lenguaje corporal

En la entrevista es importante tanto lo que decimos como la forma en que lo decimos. Debes sentarte correctamente, nunca en el borde de la silla o parecerá que quieres salir corriendo de allí. Tampoco debes cruzarte de brazos o piernas: cuando hacemos esto reflejamos que no deseamos comunicarnos, adoptamos una postura defensiva y eso es exactamente lo contrario que debes demostrar.

Te será de gran ayuda saber cómo crear buen ambiente con tu entrevistador. Adopta una postura relajada, y al hablar procura que el movimiento de tus manos acompañe a tus palabras, no debes excederte o te dejarás entrever tus nervios. Por otro lado, en Hays te aconsejamos que si los nervios son un gran hándicap para ti en la entrevista, confiésalo, no tengas miedo, porque al explicarlo automáticamente te sentirás liberado y además esto te ayudará a crear una conexión con tu entrevistador.

Si tienes alguna manía con las manos o los pies, aguántala. No debes tocarte constantemente el pelo o la cara, ni mover los pies con nerviosismo. Demostrarás inquietud y poca seriedad, y sobre todo distraerás a tu entrevistador.

 

5. Has bordado la entrevista, demuéstralo con otra sonrisa

Tu lenguaje corporal debe ser cuidado hasta el momento en que sales del edificio. Al terminar la entrevista dale la mano a tu entrevistador y sonríe genuinamente. Demuestra que te sientes cómodamente con el proceso y te tendrán en mente de forma positiva.  

Tu lenguaje corporal es probablemente el pilar de tu comunicación. Si te sientes nervioso al respecto ya que no sueles controlar tus movimientos, un buen ejercicio es practicar un día antes de la entrevista frente a un espejo. Vigila tus piernas, tus manos y tu postura en general, y háblate a ti mismo para saber qué tono de voz utilizar. Y sobre todo, aunque suene a tópico, siempre sé tú mismo, si te esfuerzas en interpretar una forma de ser que no es la tuya para aumentar tus probabilidades de éxito, recuerda que si eres la persona elegida tendrás que estar constantemente interpretando una personalidad que no te pertenece, ¿no suena muy bien, verdad?

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