Cómo impulsar una empresa hacia la sostenibilidad
desde los Recursos Humanos

- La medición de la huella de carbono es una de las medidas más recurrentes por las empresas para combatir el cambio climático
- Los departamentos de RRHH pueden optar por hacer partícipes a los trabajadores de su compañía en aquellos proyectos que pretendan compensar las emisiones de gases de efecto invernadero, además de aportar un beneficio social y de autorrealización
Madrid, 25 de noviembre de 2021 – La crisis del cambio climático no solo perjudicará gravemente nuestro futuro y el de las próximas generaciones, sino que ya es una realidad que afecta a nuestro presente. Ante esta situación, más de 200 países se reunieron en la COP26 de Glasglow, donde firmaron un acuerdo mundial para luchar contra la causa. Pero, a nivel micro, ¿qué medidas pueden impulsar los departamentos de recursos humanos para hacer más sostenibles sus empresas?
El primer paso es medir la huella de carbono. Para poder poner remedio al cambio climático, las empresas deben ser conscientes de ello, y la mejor forma de hacerlo es cuantificándolo. “El cálculo de la Huella de Carbono Corporativa (CCF) proporciona una visión general de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), además de mostrarnos dónde se encuentran los puntos calientes de carbono en nuestra empresa”, explica Alistair Cox, CEO de HAYS.
Una vez detectada la procedencia de las emisiones de carbono, las empresas pueden optar por realizar iniciativas que les permitan reducir su huella de inmediato. Para ello, desde el departamento de recursos humanos se pueden analizar cuáles son aquellas acciones que los trabajadores llevan a cabo, que resulten altamente contaminantes y que no sean imprescindibles.
Por ejemplo, ¿es estrictamente necesario que las reuniones sean en formato presencial? ¿Podemos conseguir los mismos resultados recurriendo a aplicaciones como Teams o Zoom? ¿Podemos dar un paso más en la contratación de proveedores energéticos verdes? En el caso de HAYS, por ejemplo, “nos hemos fijado el objetivo de reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% para 2025. Para conseguirlo, las políticas planteadas hasta ahora incluyen la reducción de vuelos en un 40%, así como el uso de energía renovable en nuestras oficinas, cambiando los ordenadores de sobremesa por portátiles, con tal de reducir la energía hasta un 65%”, explica Cox.
Aun así, hay algunas reducciones que no pueden producirse de la noche a la mañana, como, por ejemplo, la electrificación de la flota de vehículos de una empresa, que tiene en cuenta también a otros departamentos y supone un coste más elevado para las compañías. Pero, “este será el momento más idóneo para que las empresas puedan considerar qué es lo que necesitan para alcanzar sus objetivos, y qué riesgos y oportunidades presenta la economía verde”, añade.
Compensar la huella de carbono con iniciativas desde RRHH
Otra de las medidas por las que puede optar el departamento de recursos humanos es la compensación de la huella de carbono. Aunque equilibrar el nivel de gases emitidos no es la solución, es una gran aportación hacía una meta más sostenible. Así pues, “el departamento de recursos humanos, por ejemplo, puede optar por hacer partícipes a los trabajadores de su compañía en aquellos proyectos que pretendan compensar la emisión de gases de efecto invernadero, además de aportar un beneficio social y de autorrealización”, señala Cox.
Y, finalmente, hay que tener en cuenta las certificaciones, un muy buen recurso para comunicar el compromiso de las empresas y el cumplimiento de la normativa en cuanto a las políticas de sostenibilidad. Se trata de una herramienta que, además, favorece la confianza hacia la compañía tanto por parte de los mismos trabajadores como de los demás públicos de interés.
Con la vuelta a la normalidad poscovid y a la presencialidad por parte de los trabajadores, no podemos olvidar la relevancia de la cuestión. Y, lo que es más importante, “la clave está en conseguir un equilibrio, así como una comunicación clara, en la que tanto las empresas como los mismos empleados se impliquen para conseguir una mejora global”, concluye Cox.