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El 60% de los profesionales prefiere
una pausa de 45 minutos o menos para comer

 
  • Más de la mitad de los trabajadores (52%) se organizan la pausa de la comida libremente gracias a la flexibilidad que les ofrece su empresa
  • Los expertos recomiendan que es necesario invertir parte del tiempo de la pausa para la desconexión y el descanso mental, no solo el espacio necesario únicamente para comer
Madrid, 18 de noviembre de 2021 – Los hábitos de los trabajadores a la hora de realizar las pausas para comer han cambiado mucho a lo largo de las últimas décadas. Años atrás, en España, los empleados invertían dos horas de media en la comida y el descanso en su jornada laboral. Ahora, la tendencia es la de aglutinar la jornada para que ocupe la menor parte del día posible y así poder tener más tiempo libre. Pero, ¿cuál es el tiempo que se necesita o quieren invertir realmente los trabajadores en su pausa para la comida? Según la última encuesta de HAYS, un 60% de los profesionales prefiere una pausa de 45 minutos o menos para comer.
 
Fernando Calvo, Director de People & Culture de HAYS, considera que es lógico que la gran mayoría de los profesionales quiera comer en el menor tiempo posible, “porque prefieren realizar jornadas laborales de un tiempo lo más comprendido posible para poder tener más tiempo libre”. Sin embargo, Calvo considera que la desconexión durante la jornada laboral es importante y ese descanso mental será el que permita a los trabajadores rendir más durante la jornada de la tarde.
 
De hecho, hay trabajadores que prefieren invertir más tiempo en su pausa. En concreto, un 29% prefiere destinar una hora, mientras que un 7% y un 3% elige una hora y media y 2 horas, respectivamente. “Dentro de la conciliación, mucha gente utiliza ese tiempo para hacer recados o gestiones fuera del trabajo, e incluso en las grandes ciudades algunos trabajadores deciden ir al gimnasio. Eso les ayuda a rendir mejor y a concentrarse con más facilidad”, explica Calvo. Además, en contextos de ciudades más pequeñas que Madrid y Barcelona, incluso hay trabajadores que aprovechan para ir a casa a tomar el almuerzo.
 
La encuesta, realizada este mes de noviembre, señala que poco más de la mitad (52%) de los trabajadores se organiza el tiempo de pausa como quiere. Un 29% señala que también puede organizarse el tiempo de pausa a su criterio, pero dentro de una franja marcada. Por el contrario, un 19% de los encuestados no tiene ningún tipo de flexibilidad y cuenta con una franja de tiempo para la pausa de comer inamovible. “Hay puestos de trabajo que requieren de una presencialidad elevada, como, por ejemplo, las fábricas e industrias, y en los que no es posible esa flexibilidad”, añade.
 
También ocurre en algunos casos en trabajos considerados de oficina, ya que “algunas empresas tienden a fijar horarios obligatorios para realizar las pausas de la comida por cuestiones de agenda, para que todos los empleados tengan un horario común en el que hacer reuniones, por ejemplo. Por lo general, incida, deben estar disponibles de 10h a 13h y de 16h a 18h.
 
Por otro lado, Calvo apunta que “todas las medidas de flexibilidad, chocan de alguna manera con el control horario, que conlleva valorar el trabajo por el tiempo dedicado más que por los resultados obtenidos”.
 

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