Solo el 8% de los casos de mobbing
termina resolviéndose

 

Madrid, 5 de mayo de 2022 - Cuando las desavenencias del día a día en el trabajo traspasan ciertos límites pueden llegar a convertirse en acoso laboral, popularmente conocido con el término de mobbing. Las compañías se toman cada vez más en serio estas acciones de violencia psicológica ejercida por superiores o compañeros de trabajo. Aunque, según una reciente encuesta realizada por HAYS España a más de 4.000 profesionales, solamente un 8% de los casos de mobbing terminan resolviéndose.

 

Es más, los datos muestran que un 54% de los empleados afirma haber presenciado algún caso de mobbing a lo largo de su trayectoria profesional. Dentro de este porcentaje, un 24% expresa que no se hizo nada al respecto y un 30% afirma que lo comunicó. Por otro lado, el 46% de los trabajadores considera que no lo ha presenciado nunca.

 

Fernando Calvo, director de People & Culture en HAYS España, explica que “es importante que no banalicemos el concepto mobbing, ya que estas malas dinámicas pueden afectar al bienestar de nuestros empleados y, por ende, al rendimiento de los mismos. El empleado tiene que tener confianza en la compañía y entender que puede poner en su conocimiento cualquier situación, ya que va a actuar de forma justa y rápida. De hecho en caso de duda, y como criterio de actuación, la compañía tiene que ponerse de parte de quien tiene la situación más débil.“

 

Con todo, dice Calvo, “tratar el tema de mobbing es complejo. A veces hay que diferenciar lo que realmente es una situación de acoso laboral y una diferencia de personalidades y de carácter dentro de un equipo. Por eso es muy importante que estén claras las líneas rojas que nunca se deben pasar, como la mala educación, usar tonos de voz irrespetuosos o infravaloraciones”, argumenta.

 

Según la reciente encuesta de HAYS, los datos muestran que el 45% de los empleados afirma haber sufrido acoso laboral en primera persona y expresa que la problemática no se resolvió. Por el contrario, un 47% de los empleados declara no haber experimentado jamás este tipo de violencia.

 

El experto de HAYS España señala que “lo primero que debe hacer una compañía es tener canales y protocolos internos para detectar este tipo de situaciones. Una vez se identifican estos comportamientos hay que entender qué está pasando exactamente y saber por qué se está dando esta situación: ¿Está relacionado con el rendimiento de los empleados? ¿Es el nivel de exigencia lo que está generando la situación?. Son preguntas que nos van a llevar a diferencias unos casos de otros.”

 

Además, en estos casos, según señala el director de People & Culture “es importante entender el contexto y mediar entre las dos partes para tratar de eliminar ese desajuste y conseguir solucionarlo, aunque hay veces que hay que cambiar a personas de equipos, de responsables, rebajar las exigencias de los jefes o tratar de ayudar a los empleados a hacerse valer más ante situaciones de inferioridad”.