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Por qué el equilibrio entre vida laboral y familiar no es una realidad para las madres  

Más estrés, más gastos y más oportunidades perdidas: El modelo de equilibrio entre vida laboral y familiar no funciona para las madres

 
Con vistas al Día Internacional de la Mujer, el miércoles 8 de marzo, reflexionamos sobre los retos a los que todavía se enfrentan las mujeres en el mundo laboral, y proponemos algunos consejos para las organizaciones que se esfuerzan para #EmbraceEquity.
 
La salud mental de las madres no es simplemente una preocupación social, sino también un imperativo empresarial.
 
El cierre de escuelas, los familiares enfermos y la inflexibilidad organizativa se han combinado explusando a casi 12 millones de mujeres de la población activa en los últimos años, la inmensa mayoría de las cuales son madres trabajadoras. Como consecuencia, las tasas de participación laboral de las mujeres son las más bajas desde 1988, con una pérdida de más de 800.000 millones de dólares en salarios.
 
Para las mujeres que compaginan su carrera profesional con la crianza de sus hijos, los niveles de estrés se están disparando debido al aumento las responsabilidades que asumen las madres en el cuidado adicional de los niños y de la escolarización online, en paralelo a su trabajo. El impacto de este aumento de la carga es enorme: una encuesta mundial indica que el 75% de las madres tienen problemas de salud mental.
 
En un momento de escasez de talento, miles de mujeres con talento se planean el inicio su carrera profesional, y otras miles luchan por reincorporarse al mercado laboral después de tener hijos.
 

Establecer el tono

Hay que replantearse por completo el lenguaje utilizado para describir a las madres trabajadoras.
 
Durante muchos años, las organizaciones han animado a las mujeres a esforzarse por lograr un equilibrio entre la vida laboral y personal. Y, sin embargo, la propia definición de equilibrio, está saboteando el éxito de las mujeres, y provocando sentimientos de estrés, ansiedad y agotamiento.
 
El "equilibrio" implica que ambos elementos deben priorizarse por igual, con límites claros y un horario rígido que dicte el cambio entre lo personal y lo profesional. Tradicionalmente, esto ha significado que se espera que las madres estén plenamente presentes en su entorno laboral entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde, antes de volver a casa para asumir el "turno doble".
 
El "equilibrio" implica que ambos elementos deben priorizarse por igual, con límites claros y un horario rígido que dicte el cambio entre lo personal y lo profesional. Tradicionalmente, esto ha significado que se espera que las madres estén plenamente presentes en su entorno laboral entre las 9 de la mañana y las 5 de la tarde, antes de volver a casa para asumir el "turno doble".
 
Pero la realidad es que los diversos compromisos de una madre trabajadora no existen de forma aislada. Los plazos de entrega de los proyectos, las llamadas internacionales y los eventos de networking a menudo se comen un valioso tiempo que debería pasarse en casa. Por otra parte, las enfermedades, las vacaciones y, el más reciente pasado, el cierre forzoso de los colegios, han obligado a muchas mujeres a compaginar su carrera profesional con la educación en casa y el cuidado de otras personas.
 
Sencillamente, el equilibrio entre trabajo y vida personal no funciona.
 
En su lugar, las empresas deben abogar por un estado de integración, mezclando elementos de lo personal y lo profesional para permitir una mayor conciliación de las responsabilidades de los empleados.
 
Para muchas madres trabajadoras, esto puede adoptar la forma de horarios de trabajo flexibles o días de teletrabajo dedicados para aliviar la carga de los desplazamientos al colegio, la atención a los hijos por las tardes o el cuidado del hogar. Acercando ambas responsabilidades se consigue que coexistan, en lugar de competir por la atención.
 
Y, por supuesto, los hechos hablan más que las palabras. Un cambio en el lenguaje es un primer paso importante, pero debe ir acompañado de cambios adecuados en las políticas y los procesos.
 

Utilizar los datos para reconocer las diferencias

Tratar a las mujeres como un grupo monolítico significa que las empresas perderán información clave sobre las distintas experiencias a las que se enfrentan las madres trabajadoras.
 
Tratar a las mujeres como un grupo monolítico significa que las empresas perderán información crítica sobre las distintas experiencias a las que se enfrentan las madres trabajadoras.
 
Los datos desglosados sobre Diversidad, Equidad e Inclusión (DE&I) serán vitales para ayudar a las empresas a identificar los descensos en la promoción y retención de las madres trabajadoras.
 
Esta información también puede ayudar a identificar las estructuras de apoyo necesarias para ayudar a las madres trabajadoras a prosperar profesionalmente. Los programas de 'reincorporación', mentorías y programas 'on-ramp' crean una valiosa red de apoyo que permite a las mujeres aportar, y reconocer, su "identidad al completo" en el trabajo.
 
Recopilar datos puede resultar difícil, pero las organizaciones con visión de futuro revisarán sus procesos en un intento de obtener mejor información, impulsando iniciativas de desarrollo e innovación, y atrayendo y reteniendo a las madres trabajadoras.
 

Ten en cuenta tu cultura corporativa

Aunque una suscripción al gimnasio con descuento y un flujo constante de eventos pueden constituir una atractiva Propuesta de Valor para el Empleado para muchos miembros de tu plantilla, las madres que ya están luchando con una apretada agenda probablemente consideren que estas ventajas sobran.
 
Pero en lugar de abordar el desgaste con medidas como aumentos salariales y tiempo libre adicional, las organizaciones tendrán que crear una cultura que acoja y apoye a los padres. Ventajas como la "flexibilidad radical" y unas guarderías asequibles serán vitales para evitar otro éxodo masivo.
 
Se ha demostrado que la concesión de permisos parentales adicionales o bajas remuneradas ayuda a "igualar las condiciones" para las madres trabajadoras, reduciendo la brecha salarial de género en los hogares y sentando las bases para un reparto más equitativo de las responsabilidades en el futuro.
 
Y para una de cada tres mujeres que se ven obligadas a ausentarse después de tener un hijo debido al aumento del coste de los cuidados, una serie de opciones de guardería in situ, totalmente flexibles y subvencionadas en gran medida o en su totalidad, podría ayudar a frenar la marea de dimisiones tras el embarazo.
 
Es probable que esta inversión en las madres y padres de tu organización se vea correspondida con un entusiasmo y una lealtad renovados. La empresa de ropa Patagonia, por ejemplo, presume de una tasa de retención de madres trabajadoras casi perfecta, y atribuye la baja rotación de personal a su on-site child development centre.
 

Ahora es el momento

 
Las empresas tienen una oportunidad para aplicar las políticas y procesos para ayudar a las madres trabajadoras a mitigar el burnout y ayudar a prosperar a los mejores talentos.
 
Las organizaciones que aprovechen esta oportunidad probablemente se beneficiarán de redes de talento más ricas, una disminución de las bajas y un renovado sentido de la pasión por parte de los empleados.
 

Sin embargo, para ello será necesario reflexionar honestamente sobre las prácticas actuales de la empresa, así como comprender las expectativas cambiantes de los profesionales.

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